San Juan es la capital de Puerto Rico, es una de las ciudades más antiguas de América, pues fue fundada por los españoles en 1521. Actualmente se divide en el Viejo San Juan (el casco antiguo) y el Condado ( la parte nueva, muy parecida a Miami Beach), El Viejo San Juan ubicada en la parte oeste de la isla y rodeada por tres lados por el mar, se la conoce también por la "Ciudad Amurallada". Fiel reflejo de la época colonial española, su forma geográfica y su arquitectura recuerdad a la ciudad de Cádiz (España) y realmente, es una delicia pasear por sus calles empedradas, flanqueadas por casonas de los siglos XVI y XVII, con bellas fachadas de color pastel y balcones floridos y detenerse a descansar en sus plazas entre sol y sombra. Además, al caer la noche, el paseo se forma aún más romántico al iluminarse las calles con luz de gas de las antiguas farolas.
La impresionante Fortaleza de San Felipe, conocida popularmente como " El Morro" es el lugar ideal para comenzar el recorrido por esta hermosa ciudad. Asentada sobre un gran promontorio que mira hacia la entrada de la bahia de San Juan, frente al Oceano Atlántico, esta fortificación, diseño combinado de varios ingenieros españoles, requirio algo más de dos siglos de trabajo pues, a pesar de que sus cimientos se levantaron en 1539, los trabajos de construcción no se consideraron terminados hasta el año 1787. Además, posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno de Los Estados Unidos le añadio un anexo.
Declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, las murallas de esta importante estructura fueron testigos de innumerables ataques por parte de las flotas de Sir Francis Drake, en el año 1595, y las flotas holandesas en 1625. En 1898 los buques estadounidenses abrieron fuego contra sus murallas durante al Guerra Hispanoamericana, destruyendo su faro, el cual fue restaurado más tarde. Perderse en sus pasadisos secretos, comprobar la importancia de sus cañones, que tadavia hoy protegen su costa y contemplar la imponente vista del oceano Atlántico desde sus altísimas murallas son algunos de sus encantos de El Morro, en el que, por la tarde, también se pueden disfrutar de sus inmensas áreas verdes, por donde en otros tiempos marcharon los soldados y de la brisa del mar.
En el recorrido por el Viejo San Juan, el viajero no puede perderse tampoco el Castillo de San Cristobal, esta fortificación, cuyas obras comenzaron en 1635, esta situada a unos 50 metros sobre el nivel del mar y es una compleja estructura de túneles, rampas, calabosos y fosas.
En el patio hay una imagen de Santa Bárbara, patrona de los artilleros españoles, que los puertorriqueños consideran milagrosa, por lo que es objeto de devoción
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